lunes, julio 9

LA INMIGRACIÓN: UN BENEFICIO?

El tema de la inmigración, ha generado y sigue generando acaloradas discusiones con tintes ya sea político o ideológico, en todo el mundo, convirtiéndose en un factor de división y quiebres políticos; recordemos por ejemplo los conflictos limítrofes entre la India y Pakistán, el choque de los pueblos de Israel y Palestina o la tensión chino- japonesa.
Y nuestro país no ha estado exento de estas polémicas por el tema inmigración, desde la drástica alteración de escenario en Sudamérica, como por ejemplo la caída de las potencias económicas como Argentina, la desestabilización social peruana o boliviana, Chile se ha visto obligado a asumir una responsabilidad imprevista con los inmigrantes, hasta hoy en día donde el nº de inmigrantes esta incrementándose, lo que ha acarreado un sin fin de controversias respecto al tema.
Una de las causas por lo que los inmigrantes prefieren nuestro país, es porque estamos en vías de desarrollo y porque también hemos sostenido anteriormente políticas de apertura y tolerancia hacia este fenómeno migratorio, además a nivel internacional es que lejos de ser una característica de las bondades del globalismo, es también un grave problema del que nadie quiere hacerse cargo, y la responsabilidad por el destino del inmigrante recae en el país que lo acoge, lo que se ha traducido hoy en día en una cifra que sigue creciendo.
Ante esta responsabilidad, surge inevitablemente preguntarse si este incremento del flujo de inmigrantes hacia nuestro país, es beneficioso o no. Si pensamos en que ayudaría en cuanto a que podríamos conocer y aprender de otras culturas, formas de vida, costumbres, etc., creo que hay que pensar también que estos flujos tienen la característica de adaptarse muy rápidamente en la sociedad y de la mano van perdiendo sus rasgos originales de cultura, credo e incluso su idioma, por lo que dependerá de cada persona el provecho cultural que quiera rescatar de estos inmigrantes. Hay algunos que no estarán de acuerdo con esta apreciación, y es así como hemos visto actuar a los grupos xenófobos y racistas, que agresivamente atacan sin piedad a estos inmigrantes extranjeros.
Por otra parte, hay quienes exponen que son beneficiosos para nuestro país, ya que “los inmigrantes aumentan la oferta de la mano de obra”, y ante esto estoy en desacuerdo, ya que si analizamos, los chilenos han visto invadidas sus fuentes de trabajo, solo basta ver a millonarias empresas de trabajo, sean estas comerciales, agencias y consultoras, publicando con desparpajo avisos de puestos de trabajos profesionales “solo para peruanos” o “argentinos”. Y para los inmigrantes tampoco todo ha sido color de rosas, ya que existen verdaderas redes de contratistas informales que operan por el sector Centro de la capital y en algunas ciudades del norte, relacionados generalmente con trabajos de construcción y albañilería, ofreciendo condiciones ilegales de empleo, con pagos inferiores por mucho menos dinero que a los chilenos, sin contratación ni imposiciones. Además para los comerciantes carentes de escrúpulos, deseosos de explotar la situación de desesperación de estos ciudadanos extranjeros, la inmigración ha sido todo un negocio para ellos, haciendo de esta posible integración, un abuso descarado.
Por lo tanto, y en conclusión para frenar este incremento en la tasa de inmigración, es necesario en primera parte, que Chile ponga fin a las “políticas de fronteras abiertas”, así lo afirma el Comisario de Extranjería de Investigaciones de Chile, Don Jorge del Pino diciendo: “Al día devolvemos unos diez mil peruanos. A los rebotados los esperan del otro lado de la frontera peruana y les presentan la bolsa de viaje, les hacen contratos de trabajo falsos, una carta en la que el supuesto empleador le da vacaciones al empleador. Todo por 20 o 30 dólares”. Y posteriormente, cuando se acabe o por último se disminuyan los extranjeros ilegales, crear políticas inmigratorias destinadas a controlar y mejorar su permanencia en nuestro país. Una vez que se establezcan estas políticas de fronteras abiertas e inmigratorias, donde también se aborde el tema de la provisión de servicios subsidiarios del Estado, indudablemente que los beneficios de estos inmigrantes que buscan residencia en nuestro país, serán mucho más; tanto para ellos como para nosotros.

jueves, julio 5

CAN BE TRUTH!!

Si quienes habían pensado que estábamos muy cerca de conseguir una equidad social, cometieron un gran error. Chile está llegando a la cúspide de ser líder en la mala distribución del ingreso entre los más ricos y los más desafortunados, ocupando el 10º lugar entre 127 países, muy cerca de África del sur, países que viven en una pobreza extrema, en donde el agua, la comida, la ropa y medicamentos cuesta mucho conseguir, debido a su escasez.
Y si creíamos que Chile estaba al bode de convertirse en un país en vías de desarrollo, las estadísticas se presentan desfavorables para la clase baja. La relación entre el más rico y el más pobre es que uno come 35 panes, mientras la clase baja sólo 1.
Sin embargo, EE.UU. también tiene un nivel de desigualdad que se compara al 10% de nuestro grupo privilegiado, lo que conlleva a muchas ventajas para esta selecta sociedad endogámica, como por ejemplo más y mejor salud y previsión, colegios segregados, acceso a redes sociales, barrios separados, alta autoestima, grandes posibilidades en el mundo laboral, influencias, autoridad, etc.
Por otra parte, el Sr. José Joaquín Bruner hace referencia al efecto Mateo “al que más tiene, más se le dará, y al que menos tiene, aún lo poco que tiene se e quitará”. La solución de todo este problema se inclinaría a la educación, siendo esta atendida tempranamente; luego aumentando la subvención al doble de su valor; crear posteriormente una escala salarial, que premie el fuerte desempeño e introducir una negociación descentralizada y por último adoptar un sistema de regulación e incentivo.
Según Bruner si no se abordan estas cuatro tareas, señala que el “Efecto Mateo” va a seguir abriendo las brechas sociales y el único medio para combatir este inevitable futuro es la solidaridad, inversión y eficiencia de la sociedad chilena